

- Primero cuidar nuestra alimentación ya que lo que comemos repercute directamente en toda nuestra salud y se va a reflejar en nuestra piel. Hay que moderar el consumo de carne y aumentar el de frutas, verduras y alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. Dentro de las vitaminas, para la piel es fundamental la vitamina E ya que ayuda en el proceso regenerador. Está presente en alimentos como frutos secos, aceites, pescados, brócoli, espinacas, espárragos, tomate o zanahoria. Y por supuesto es muy importante beber mucha agua para hidratarnos desde dentro y evitar bebidas gaseosas, azucaradas y alcohólicas.
- El sueño también es muy importante ya que mientras dormimos las células se reproducen y fortalecen, por lo que nuestra piel también se verá mejor. No dormir roba años a nuestra piel. Dormir entre 7 y 8 horas diarias es fundamental para mantener la piel joven y bella.
- Hay que mantener una correcta higiene de la piel para prevenir infecciones, eritemas y deshidratación. Para ello, es necesario ducharse a diario y utilizar productos suaves, naturales y no perfumados para que no la irriten. Es importante lavarse a menudo para eliminar los restos de cloro, arena y otros irritantes. Las células muertas con el sudor pueden asfixiar la piel haciendo que parezca más seca y envejecida. Es fundamental limpiarla correctamente usando productos adecuados para cada tipo de piel. Además de la higiene diaria, se debe utilizar un exfoliante una vez por semana para limpiar en profundidad la piel del rostro y del cuerpo. Si la piel está limpia se oxigenará mucho mejor.
- La hidratación es fundamental. Tenemos que hidratarnos desde dentro, bebiendo suficiente y alimentándonos correctamente, y desde fuera con cremas, lociones y leches hidratantes faciales y corporales adecuadas a nuestro tipo de piel. Es importante aplicarlas después del baño o ducha, por la noche y tras la exposición al sol, incidiendo sobre todo en las zonas más secas como son talones, codos y rodillas. Recomendamos usar productos de cosmética natural y bio.
- Protección solar, un aliado imprescindible en el verano para lucir una piel cuidada. Debemos aplicar crema protectora solar no sólo cuando vamos a la playa o piscina, sino siempre que salimos de casa. Hay que elegir un factor de protección solar adecuado al tipo de piel y utilizar un protector diferente para el cuerpo y para la cara. Es conveniente aplicarlo media hora antes de la exposición al sol y repetir la aplicación cada dos horas para evitar quemaduras y manchas provocadas por el sol. Pero aunque sea usando protector solar, se debe evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en las horas centrales del día; y no podemos olvidarnos de proteger los ojos usando gafas de sol y por supuesto aplicar protección solar labial para proteger la delicada piel de los labios. Un buen aliado es también un sombrero, gorra o sombrilla.
- Nunca se debe tomar el sol tras la depilación. Es recomendable dejar pasar un día o dos. También habrá que tener especial cuidado al exponerse al sol si se toman ciertos medicamentos que pueden provocar manchas en la piel. Además hay que evitar el uso de perfumes y cosméticos con ingredientes químicos.
- Después de la exposición solar, tras lavar y limpiar correctamente toda la piel de cuerpo y cara para eliminar los restos de cloro, sal, arena, etc, es conveniente aplicar algún tipo de crema, gel o loción que refresque e hidrate. Si está roja o irritada un gel de aloe vera puede ayudarnos.
