Vaccinium corymbosum
El arándano o Vaccinium myrtillus, es un arbusto de entre 20 y 60 cm. de altura, que crece de forma silvestre en zonas frescas del hemisferio norte. Su fruto es una pequeña baya de color negro azulado rica en vitaminas y baja en calorías. Existen variedades de arándanos, cada una con sus propiedades específicas. Tanto el arándano azul como el rojo son ricos en antioxidantes, pero los azules son más eficaces para problemas de la vista, mientras que los rojos son más apropiados para infecciones urinarias. En este artículo vamos a hablar del arándano azul o Vaccinium corymbosum, utilizado ya en la antigüedad por los griegos y romanos para tratar enfermedades de las vías urinarias. En la actualidad sabemos que esta pequeña fruta contiene vitaminas, fibra, magnesio, hierro y antioxidantes además de un sabor delicioso.
Tanto las bayas como las hojas se han utilizado desde años para el tratamiento y prevención de problemas digestivos, mejorar la circulación, la salud ocular y reducir la inflamación; pero las distintas investigaciones siguen descubriendo increíbles beneficios del consumo de arándanos azules para la salud.
¿Por qué debemos consumir arándanos azules?
- Son unos de los alimentos más ricos en antioxidantes por su alto contenido en flavonoides. Los antioxidantes son necesarios para que el proceso de envejecimiento sea más lento y para prevenir enfermedades relacionadas con la edad.
- Ayudan a controlar la hipertensión y a reducir el colesterol gracias a la alta concentración del antioxidante pterostilbeno, siendo por lo tanto buenos aliados para la salud cardiovascular. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de los arándanos son beneficosas para la salud del corazón.
- El arándano azul ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Posee propiedades vasodilatadoras, antiagregantes, antihemorrágicas y fortalecedoras de los capilares. Su contenido en bioflavonides y vitamina P, lo convierten en un aliado del sistema circulatorio.
- Ayudan a prevenir problemas oculares. Son muy ricos en vitamina A, fundamental para mantener una buena visión. Contribuyen a mejorar los ojos secos y a reducir el cansancio en la vista, así como a mejorar la visión nocturna. También contiene antocianinas, que ayudan a reducir problemas de la vista asociados al envejecimiento. Los pilotos británicos durante la Primera Guerra Mundial consumían arándanos antes de volar.
- Refuerzan el sistema inmunológico debido a que aportan niveles altos de vitamina C, junto con manganeso, vitaminas A y B, cobre, selenio, hierro y zinc. Estos nutrientes refuerzan nuestras defensas frente a infecciones víricas.
- Las antocianidinas de los arándanos ayudan a fortalecer el colágeno y a combatir estados inflamatorios, por lo que son útiles para ayudar a combatir inflamaciones articulares y de las encías.
- Por ser ricos en sodio, cobre y fructosa, ayudan a mejorar la digestión y a reducir problemas gastrointestinales. Gracias a su contenido en fibra, también colaboran en el buen funcionamiento intestinal.
- Contribuyen al correcto funcionamiento del cerebro. Los flavonoides potencian la memoria y otras funciones cognitivas a la vez que protegen el cerebro de los radicales libres.
- Aportan energía, resultando útiles en las épocas de más trabajo o estudio intenso.
- Aunque los arándanos rojos son más indicados para prevenir infecciones de orina, los arándanos azules también ayudan en su prevención. El ácido hipúrico presente en los arándanos azules, aumenta la acidez de la orina y evita que se desarrollen bacterias, cuidando así el sistema urinario.
Desde que se sabe que el arándano es uno de los mejores antioxidantes que nos ofrece la naturaleza, su consumo aumenta cada día más. Se puede consumir de forma natural como fruta, en mermeladas, zumo o en forma de cápsulas o comprimidos. De esta forma podemos aprovechar los beneficios de esta pequeña fruta de la forma que más cómoda nos resulte.
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